“Renesmee, no estoy enojado contigo.” La voz de mi papá era tranquilizadora. Mamá lo miró por una fracción de segundo, buscando el por qué de esa respuesta.
“Pero estas triste, por mi culpa. Es que….no….puedo…parar….” Intenté decir entre sollozos. De repente, Tía Rosalie estaba a mi espalda. ¿Cómo no me di cuenta?
“Tranquila. Sólo son las hormonas. Está creciendo, desarrollándose.” Tía Rosalie dijo esto con entusiasmo. Eso sólo me hizo llorar más. ¡Hormonas! ¡Todo esto por unas fregadas hormonas! Como odio ser tan humana a veces.
“¿Hormonas? Entonces, ya esta….” Murmuraba Jake; al parecer ya no estaba sorprendido, sino preocupado.
Todos estaban a punto de dar su opinión sobre el tema. Tuve que gritar las palabras en mi mente para que papá hiciera algo.
“Paren. Esto es algo privado, por favor no hablen acerca de este tema frente de ella. Aún está sensible respecto a ese tema.” Entonces me cargó entre sus brazos pálidos y me llevó al sillón donde me acurrucó. Jake se sentó en el suelo enfrente de mí, mirándome y checando mi humor. Estiré mi mano para tomar la suya y calmarlo. Con el tiempo me calmé y el hambre empezó a reinar.
“Deberían irse. Los dos están hambrientos, además los están esperando.” Papá me ayudó a levantarme mientras mamá me limpiaba las lágrimas y me acomodaba la blusa y el cabello. Besó mis dos mejillas y susurró en mi oído Te amo no importa lo que suceda. Eso me hizo pensar, ¿algo va a suceder?
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¬¬ de nuevo olvide poner que soi Vero (en el post de arriba)